lunes, 24 de septiembre de 2012

La cultura, un alimento.

Esta mañana me he encontrado con este artículo de Begoña Piña, Antonio Iturbe: "La cultura es un alimento de primera necesidad, no es un lujo", en el que hablan del último libro de Iturbe, "La bibliotecaria de Auschwitz" y quiero compartir con vosotros algunos enlaces que me parecen necesarios en estos tiempos de crisis, de pesimismo, de recortes... en suma, en estos momentos en los que parece que nos hundimos y que hay cosas más importantes que potenciar nuestro futuro, esto es, la Educación y la Cultura.
Un individuo educado y culto es una persona formada, de pensamiento independiente, que no dirá "sí" o "no", sino "por qué". Un individuo así es un ciudadano, una persona que se planteará interrogantes, que buscará su creatividad, su identidad más allá del gregarismo.
Y todo esto me ha llevado a recordar un libro que no hace mucho que tuve la delicia de leer y cuya adaptación también vi, Fahrenheit 451, de Ray Bradbury.
Imaginad un mundo en el que leer estuviera prohibido. No sólo libros, sino cualquier tipo de lectura, periódicos, revistas... Porque el Gobierno pensase que leer nos impide ser felices ya que nos angustia, nos hace pensar, formularnos preguntas, ser diferentes.
Así, me gustaría que leyerais este libro, y que vierais la adaptación de Truffaut, y que aprovecharais también para ver 1984, basada en la novela de George Orwell, y que comentéis, y aportéis vuestras ideas, vuestros libros, películas...
Sed libres. Pensad. Sed diferentes. Sed, siempre, vosotros mismos.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Recuerda nuestros principios, no nuestros finales

Hay tantas cosas que se le han quedado atascadas en la garganta formando un nudo que no ha podido sino dejar correr el llanto y meterte, cursi de ella, ya lo sabes, una foto vieja en la maleta con unas palabras aún más edulcoradas esperando robarte una sonrisa cuando la encuentres.
Hay tantas cosas que hacer, que decir, que tocar, que guardar en la memoria, que ha decidido resumirse en dos líneas "Recuerda nuestros principios, no nuestros finales".
Hay tanto dentro de ella que le duele el pecho sólo de pensarlo y se le llenan de piedras las tripas. Y se repite que no cree en los finales, que un punto da paso a otra frase, una muerte a otra vida, un mundo a un mundo nuevo, un horizonte a nuevos paisajes. Y se lo repite mientras te piensa para llevar esa idea a tu cabeza esperando que creas lo mismo y que aunque se hayan separado los caminos y ya cada uno vaya por una senda, siempre podréis llevar las manos unidas.

martes, 18 de septiembre de 2012

Ojalá que...

Escuchando...

Ojalá que un día pueda escribir un poema escuchando esta canción y pensar que ha pasado más de un año, y que el tiempo lo ha curado todo, y que soy un 2.0 de mí misma, que me he reinventado o que sigo siendo yo pero menos crédula, menos buena, menos tonta...
Ojalá que sea cierto que el tiempo pasa y no es en vano, que lo cura todo y que las arrugas que pueblen mi cara sean por reír, que mis ojeras se deban a pasar las noches en vela entre amigos, que los quilos que pierda sean por cuidarme, que no vuelva a caer en tóxicos que me enclaustran, que no vuelva a dejarme ser en otro y no ser yo lo primero...
Ojalá que pueda decir adiós o, por lo menos, hasta pronto.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Lunes

Despertarse por la mañana a las nueve y cuarto y pensar, joder, me he vuelto a quedar dormida en el sofá, y pensar que la cama es demasiado grande, como una piscina para el primer baño de un niño, y sentir de pronto las náuseas de un chupito del que tú no tienes la culpa, y oír pitar el silencio en tus oídos de una mañana de fiesta laborable, y esperar que la manzanilla te arregle el cuerpo, y pensar y darle vueltas a todo sin sacar en claro nada, que son las nueve y cuarto de la mañana y aún te duran las cervezas en los ojos, volver a jurar por enésima vez que ésta es la última, que te vas a formalizar y luego pensar ¿para quién? y volver a mirar la cama, enorme, y decidir ahogarse en ella.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Entrada triunfal

Entrar en el bar y sentirse al momento deseada. Ver cómo recorren la mirada por tus piernas, que no son tan largas, y te llegan al culo, a la cintura, los senos firmes con un escote lo suficientemente amplio para despertar el deseo, lo suficientemente recatado para no mostrar más de lo debido, para insinuar sólo con una pequeña parte. Y por último los labios, rojos, muy rojos, cruzados por un aro negro, los ojos pintados, el pelo largo cayendo como una cascada ensortijada por la espalda.
Y ver cómo todas esas miradas se clavan, te recorren como mareas, intuir sus pensamientos, escuchar sus palabras de halago, sonreír, sonreír con esa sonrisa que a todos encanta, pensarse sirena, sentirse sirena, convertirse en sirena... y volver a casa sola porque prefieres jugar con tus propias mareas a que cualquier marinero arribe a tus playas.

lunes, 3 de septiembre de 2012

OTRA VEZ

Sigo sin comprender la habilidad innata que tienes de poner mi mundo patas arriba en sólo un segundo, de derribar mis murallas, de echar por tierra mi seguridad recién adquirida...